miércoles, 28 de enero de 2009

Lisboa 6. Tudo isto é fado


"Amor, celos,
ceniza y fuego,
dolor y pecado.
Todo esto existe.
Todo esto es triste.
Todo esto es fado."

Amália Rodrigues, (1920-1999), cantante de fado

Dicen que una visita a Lisboa debe incluir, al menos, una noche de fado. Los lugares que ofrecen este espectáculo se encuentran sobretodo en el barrio de Alfama (el más antiguo de la ciudad) y en el barrio Alto. Además, muchos de ellos combinan cena con fado por entre 30 y 40€. Durante la velada, los cantantes de fado se irán turnando sobre el tablado acompañados siempre por la guitarra española, llamada por los portugueses 'viola', y por la guitarra portuguesa, un instrumento de seis cuerdas dobles similar a la bandurria pero con mayor caja de resonancia. Y se turnarán hombres y mujeres, cantarán tres o cuatro fados y volverán a sentarse. ("Almas vencidas, / noites perdidas"). Si la noche fadista se alarga, volverán a cantar.
El fado es un espectáculo de tabernas, pegado siempre al pueblo más humilde, y es recomendable verlo en estos lugares, en las 'Casas de fados', espacios en semipenumbra con paredes decoradas con retratos de fadistas antiguos, lugares en los que se puede tomar una copa en buena compañía hasta el momento de apagar las luces, entonces el fado será protagonista.
Si bien es cierto que hoy en día se vende como un atractivo turístico para los visitantes de Lisboa, el fado es la canción portuguesa por excelencia y en lo más profundo de esta ciudad late la tristeza de un fado, por lo que si queremos conocer un poco más a los lisboetas, debemos emocionarnos escuchando sus penas ("Sombras bizarras / na mouraria / canta um rufia / chocan guitarras").
El fado es siempre melancólico, nostálgico, desgarrado; cuenta y canta historias de dolor y tristeza, de frustración y desamor ("Amor, ciúme, / cinzas e lime, / dor e pecado"), aunque también, sobretodo en Lisboa, se escuchan fados divertidos que narran historias con ironía.
Sentarse a escuchar un fado es olvidarse de todo lo demás, es adentrarse en las melodías más tristes que nos llevarán a trágicos destinos, es disfrutar callado de una pasión emocionada ("Tudo isto existe"), es escuchar como las guitarras arañan la noche ("Tudo isto é triste") y es sentir la caricia de la voz más triste en el corazón más triste ("Tudo isto é fado").
El amor está presente en la gran mayoría de los fados, pero suele ser un amor imposible, perdido o no correspondido. El origen latino de la palabra fado significa 'destino' y para contar las historias reales de la vida, historias en las que el final no es de cuento ni mucho menos feliz, para contar esas historias hay que hablar de amor, sí, pero también de fado ("Nao me fales só de amor / fala-me também do fado").

http://www.youtube.com/watch?v=4-RPSLN0AsE



2 comentarios:

Gema Ortega Torres dijo...

Vou tentar escrever un bocadinho en português. Muitos verãos tenha estado e mourado na cidade mais bonita e melancolica do Europa. Agora quando estou leêr os textos de Paco Auón, estou lembrar-me tambem das coisas tão especias vividas alí. Qué posso dizer que Paco não tenha deito ja. Pouco, pouco, solamente que ningem deve deixar pasar o tempo sem andar pela primeira vez en uma viagem a cidade branca,a cidade da luz, a cidade do fado...Lisboa è siempre a experiencia da vida. Ja tenha deito Fernando Pessoa, o famoso poeta português que: "As viagem não são a viagem, são os viageiros". È certo. Quem conhece o pais in geral sabe do que falo e escrevo..
Cambio de registro. Aprendí un poquito de portugués en mis veranos en Lisboa desde hace mucho tiempo. Me enamoré de Lisboa y del idioma, y continué viajando, volviendo como si se tratara de mi cita anual con esta ciudad; en algunas ocasiones dos veces al año. Siempre que alguien me pide direcciones o recomendaciones para estar en Lisboa, vivo de nuevo la experiencia de recorrer sus calles, tomar un maravilloso café, o saborear "o bacalhao grelhado" tan rico... Qué vamos a decir. Paco, deberíamos fundar un grupo de lisboetas conquenses o madrileños, ¿no?

Beijinhos, Lisboa

Gema Ortega Torres dijo...

Tenemos un poco de desfase en la publicación de los textos, ¿no?